lunes, 6 de agosto de 2012

Fuiste creado con valor

"Y Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó...Dios miró todo lo que había hecho, y consideró que era muy bueno"  Génesis 1:27, 31

Una de las preguntas que le hago a una persona en consejería es "Quién eres?" Muchos me hablan de donde nacieron, a qué familia pertenecen, la educación que han alcanzado, pero pocos pueden decir quiénes son. Para poder contestar esa pregunta tenemos que partir de los versos que les presento y ver la conclusión del mensaje... "creó al ser humano a su imagen y consideró que era muy bueno".

Cuando hablamos de nuestra identidad, debemos considerar varios elementos:
1.  De dónde salimos- del pensamiento de Dios.
2.  Cómo nos pensó- hagámoslo a nuestra imagen y semejanza.
3.  Qué propósito nos dió- gobierna sobre toda la creación.

La Caída distorsionó nuestra imagen y nuestro propósito y desde entonces hemos perdido el camino hacia nuestra verdadera identidad.  Comenzamos a vivir como águilas con mentalidad de gallina.


En una ocasión un hombre escalaba una enorme montaña y en su paso se encontró con un nido de águila, una de las más hermosas águila, el águila copete dorado. Maravillado decidió tomar uno de los huevos que se encontraban en aquel nido y llevárselo consigo. Cuando por fin llegó a su casa aquel hombre tomó el huevo y se lo colocó a una gallina para que lo empollara. Pasaron unos días y aquel huevo se rompió trayendo consigo una hermosa águila que comenzaría a crecer entre gallinas.

Un día, cuando ya había pasado el tiempo, estaban todas reunidas en la parte de afuera del gallinero y en eso pasan a gran velocidad unas águilas de copete dorado. Aquella águila abismada por lo que había visto suspiró y dijo ¡Ay, como quisiera ser una de esas y poder estar volando en el cielo! Máma gallina le respondió diciendo: "no mi vida, no vueles tan alto porque tanto tú como yo estamos condenadas a pasar el resto de nuestra vida en este gallinero".

Aquella águila tenia alas, un buen cuerpo; tenia todas las condiciones para volar pero tenia algo en contra: su mentalidad. La mentalidad de comer gusanos y estar siempre en el piso no le iba a permitir poder volar por los cielos. (Jesús David García)

Nosotros no decidimos cuándo nacer ni de quién nacer. Pero el sacrificio de Jesús en la cruz nos da esa segunda oportunidad de nacer de nuevo y, por amor, ser injertados en la familia de Dios, donde somos eternamente amados. Dice la Biblia que somos su tesoro más preciado; somos la niña de sus ojos. Somos nación santa, coherederos del reino. Pero tenemos que derrumbar los muros de la duda, la desconfianza y la auto pena que no nos dejan creer que podemos ser amados por quienes somos y no por lo que hacemos o por lo que tenemos.

No es cuestión de cuánto tenemos sino de a quién pertenecemos. Somos hijos de un rey y todas las riquezas del cielo nos pertenecen: el gozo, la paz, la paciencia, la amabilidad, la bondad, la fidelidad, la humildad y el dominio propio. Nuestras riquezas celestiales no deben ser medidas en términos de dinero; nuestra riqueza está en  quiénes somos y de quién salimos.

Cuánto vale un dólar? Para el que tiene mucho posiblemente no vale nada, pero para el que no tiene es su riqueza.  Para el que no tiene dónde vivir, una caja de cartón es su castillo. Para el que no tiene qué comer, un pedazo de pan es un banquete. Para el que no tiene qué vestir, lo que tiene puesto es su ajuar.

Qué te da valor?

No dónde naciste sino quién te pensó.
No cómo te criaste sino quién te guarda
No lo que has alcanzado sino quién es tu proveedor.

Quieres saber cuánto vales? Mira a la cruz.

Nosotros somos ese ladrón arrepentido con quien Jesús tenia una cita, y desde antes de nacer se ofreció a derramar su sangre por tí y por mí.  Toda su vida fue vivida y dirigida por un solo propósito, encontrarse con nosotros en la cruz. Y en el camino salvó, sanó y enseñó a mucha gente.

 

Isaías 43:18-20 nos dice:
"Olviden las cosas de antaño; ya no vivan en el pasado. ¡Voy a hacer algo nuevo! Ya está sucediendo, no se dan cuenta? Estoy abriendo un camino en el desierto, y ríos en lugares desolados... yo hago brotar agua en el desierto, ríos en lugares desolados para dar de beber a mi pueblo escogido, al pueblo que formé para mí mismo, para que proclame mi alabanza".





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