miércoles, 28 de diciembre de 2011

Dar y recibir: dos caras de una misma moneda

"Podemos dar sin amar, pero no podemos amar sin dar" Mario E. Rivera Méndez

Dar y recibir. Dos conceptos alto conocidos y en ocasiones mal entendidos.  Podría decir que la mayoría de nosotros no tenemos ningún problema en dar. Dar se considera un acto generoso y desprendido; un gesto altruista en ocasiones. ¡Pero qué difícil se nos hace recibir! Pero, sabías que para que uno se de, el otro también tiene que estar presente?

En Teoterapia, modalidad de consejería cristiana que practico, decimos que dar y recibir (o aceptar) son las dos caras de una misma moneda. Y esa moneda es el amor. El amor lo definimos como: Dar sin esperar algo a cambio y aceptar (o recibir) a la persona tal cual es. Significa que cuando entramos en una relación interpersonal, lo primero que hacemos es darnos a nosotros mismos y aceptamos aquello que la otra persona nos quiera dar, lo que en ocasiones no resulta fácil o placentero.

Para que el amor se manifieste en nuestras relaciones debe existir un libre fluir del dar y el aceptar. Si rompemos esta ecuación el dar sin aceptar se convertirá en un acto de orgullo o vanidad, mientras que el aceptar sin dar se convertirá en egoísmo y oportunismo.  Las relaciones terminarán debilitándose o convirtiéndose en una relación de codependencia. Y en la codependencia no hay amor; hay poder y control.

Es cierto que la Biblia nos dice que es más bienaventurado dar que recibir, pero no dice que este principio se limita a las personas que tienen para dar; esto también aplica a los que "creen" que no tienen nada que dar o a aquellos que tienen poco para dar.  TODOS tenemos algo que dar y TODOS también necesitamos aprender a recibir. De este modo estamos amando y dejándonos amar. El servicio y la hospitalidad se combinan en ese acto de amor. "Porque te amo quiero darte" dice una parte y la otra parte responde "Porque te amo, recibo lo que me ofreces". "Porque te acepto te doy; porque me aceptas, recibes". El resultado es que el orgullo y el egoísmo se mantienen en jaque y ambos nos sentimos amados y aceptados.

Algunos pasajes de la Biblia nos enseñan que hubo ocasiones en que las personas daban más allá de sus recursos, y aun Jesús mismo recibió de las personas conociendo que estaban dándole todo lo que tenían, pero no los detuvo. 

En I Reyes 17:7 Dios envía a Elías a Sarepta y le indica que le ha ordenado a una viuda que le dé de comer. Lo único que tenía la viuda era un poco de harina y un poco de aceite para preparar su última comida para ella y su hijo porque no les quedaba nada. Ella se estaba preparando para morir. Aún así Elías le pide que le sirva a él primero y que luego ella y su hijo coman. Esto parece un acto despiadado, una falta de consideración o machismo de parte de Elías. Pero el profeta confiaba en Aquél que lo había enviado a la viuda y ya había visto lo que Dios era capaz de hacer en un corazón rendido a su voluntad. Dios se haría cargo de la viuda, de su hijo y de Elías. La historia nos dice que pasaron los tres años de sequía y no faltó comida en la casa.

En Mateo 26:6 Jesús visita la casa de Simón el leproso y allí se aparece una mujer con un frasco de alabastro lleno de un perfume muy caro que derramó sobre la cabeza de Jesús.  Jesús recibió el acto de la mujer como una expresión de amor de parte de ella. El resultado: en el verso 13 se dice: "en cualquier parte del mundo donde se predique este evangelio se contará también lo que esta mujer ha hecho".  Y no tengo ninguna duda de que la vida de aquella mujer no fue la misma desde aquel día.

Lucas 21: 1-3 relata la experiencia de una viuda que echaba dos monedas de cobre en la ofrenda del templo mientras Jesús observaba lo que allí ocurría. Jesús mismo reconoce que la mujer echó a la ofrenda "desde su pobreza" y dice que echó todo lo que tenía. No la detuvo; no le cogió pena.

Me parece que Jesús sabía algo acerca del concepto de dar y aceptar.  Juan 3:16 nos dice que "de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su hijo unigénito para que todo aquel que en él cree (aquel que lo acepte) no se pierda mas tenga vida eterna" (mantenga una relación eterna con él) (énfasis mio).  También dijo que "En esto muestra su amor para nosotros en que aun siendo pecadores, Cristo murió por nosotros" (Romanos 5:8) Se dio a sí mismo y nos aceptó como pecadores.

Cuando te encuentres con una persona que quiere demostrarte su hospitalidad a través del ofrecimiento de lo poco que tiene, no se lo impidas. Esa persona te está expresando su amor. Déjate amar. Dios se encargará de los resultados.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Enfrenta la dificultad con valentia

Existe un principio bíblico acerca de los eventos de la vida que no podemos ignorar. Aun los humanistas y filósofos lo reconocen... "Todo obra para bien" y "no hay mal que dure cien años". Un refrán puertorriqueño asegura que "la pedrá que está pal perro no hay quien se la despinte!".  En un artículo anterior mencioné que los problemas y dificultades de la vida aparecen sin ser invitados, no importa cuán bien estemos haciendo las cosas. Pues bien, una cosa es recibir lo imprevisto y otra es "provocar" las situaciones no importa lo negativas que se vean.

Estuve comparando dos pasajes bíblicos que nos muestran dos eventos importantes y aparentemente negativos en la vida de Jesús y me llamó la atención la manera en que respondió a ambas experiencias. La primera se encuentra en Mateo 16:21-23.  Aquí Jesús está advirtiendo a sus discípulos que su final está cerca y que próximamente será entregado a los ancianos, jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley; que morirá  pero que al tercer día resucitará.  Pedro, uno de sus discípulos, reacciona al comentario de Jesús, como cualquiera de nosotros haría al escuchar tan mala noticia: "¡De ninguna manera, Señor! ¡Esto no sucederá jamás!".  En lenguaje puertorriqueño, Pedro hubiera dicho: ¡Mientras yo esté vivo, nadie te tocará! Y sin embargo, Jesús, en lugar de sentirse elogiado por las buenas intenciones de su amigo, lo reprende. "Pedro, hay un propósito mayor y eterno en esto que voy a padecer, y ni tú ni el diablo impedirán que yo llegue a la cruz. Para esto he venido!".  El mismo que había confesado en versos anteriores (v.16), movido por el Espíritu de Dios, que Jesús es el Cristo el hijo del Dios viviente, ahora se encuentra siendo usado por Satanás tratando de evitar que Jesús llegue a la cruz.

El segundo pasaje se encuentra en Juan 13:21-27.  La última cena. Otra vez Jesús anuncia que será traicionado por uno del grupo (otra mala noticia). Todos se miran como si cada uno fuera la "persona de interés" (ya sabemos que Jesús conocía el corazón de ellos).  Dicho esto mojó el pan y se lo dio a Judas. Tan pronto Judas tomó el pan, Satanás entró en él. Y lo más impresionante de todo, Jesús mismo le dice o le ordena: "Lo que vas a hacer, hazlo pronto". 

Cómo enfrentamos las malas noticias? Cómo reaccionamos a lo que parece inevitable en nuestra vida?  Buscamos la manera de posponer el "cantazo"? Justificamos nuestras acciones? Huimos de la responsabilidad como hizo Jonás? Nos defendemos con uñas y dientes buscando algún chivo expiatorio que pague la pena por nosotros?

Uno de los momentos vividos por Jesús en que parece querer escapar de su destino lo es cuando está en el Jardín del Getsemaní.  Allí habla con el Padre y le propone la posibilidad de que las cosas se hagan de otra manera. Sin embargo, contrario a lo que parece la evitación de un suceso, Jesús demuestra sujeción a la voluntad del Padre. "Si hay otra manera de hacer las cosas, está bien conmigo, pero si no, sea hecha tu voluntad. Porque tú mejor que nadie sabes por qué tiene que ser así" (parafraseado). 

Jesús sabía muy bien a lo que vino a la tierra y más que buscar una cláusula de salida a su misión, nos enseña en ese gesto que tenemos que afrontar nuestro destino con valentía y sujeción a la voluntad de Dios. El resultado ya lo sabemos, Cristo murió en la cruz, pero su muerte no fue en vano. Al tercer día resucitó de entre los muertos y ahora está sentado a la diestra del Padre e intercede por nosotros.

Lo que sea que tengas que pasar, pásalo pronto. No lo pospongas. Levanta tu frente en alto y mira al Invisible.  Tu sufrimiento, vergüenza, rechazo o traición cumplen con un própósito mayor... sacar el oro que está en tu corazón y quemar la paja que para nada aprovecha.  Esto también pasará.  Dios está escribiendo tu testimonio que luego, más adelante, resultará en Su gloria y la edificación de muchos que escuchen lo que Dios ha hecho en tí. ¡No temas. Dios camina contigo y te lleva al otro lado!http://www.lideresdeimpactoinc.webs.com

lunes, 19 de diciembre de 2011

El nacimiento de lo imposible

En el primer capítulo de Lucas leemos acerca del nacimiento de Juan y de la visitación del ángel Gabriel a María anunciando que daría a luz al Hijo de Dios. 

Estaba oyendo por Internet una meditación sobre el nacimiento de Juan y me llamó la atención lo parecidas que son las historias de Zacarías y de María y a la vez tienen sus contrastes, pero el final siempre es el mismo, Dios es glorificado.  Veamos algunos detalles en lo que se parecen las historias.
1.  Zacarías era sacerdote en el Templo del Señor. Era descendiente de los levitas, al igual que su esposa Elisabet.
2.  A pesar de que se dice que eran rectos e intachables delante de Dios y que obedecían todos los mandamientos, Elisabet era estéril, lo cual para las mujeres hebreas resultaba ser una maldición y una verguenza social. Zacarías y Elisabet ya eran viejos. El ángel Gabriel visitó a Zacarías en el Templo.
3.  José, el esposo de María era de la tribu de Judá. María estaba comprometida para casarse con José cuando recibió también la visita del ángel Gabriel. Al parecer su corazón también era recto delante del Señor. El ángel Gabriel visitó a María en su casa.
4.  El ángel del Señor anuncia tanto a Zacarías como a María que iban a recibir un milagro del Señor.  Mientras que Zacarías llevaba años orando por tener un hijo, María era soltera por lo que pensar en un hijo en ese tiempo no estaba en su corazón.  Dice la Escritura (Lc. 1:13, 30) que la oración de Zacarías había sido escuchada, después de tantos años!! mientras que a María le dice que ha recibido el favor de Dios; la gracia de Dios; un regalo que no había pedido.

Entonces comenzamos a ver el contraste. Zacarías, siendo sacerdote de Dios, no pudo creer lo que el ángel le decía. Recuerdan que era un hombre que obedecía todos los mandamientos?  Pues, una persona que cumple la ley pero no ha experimentado la gracia de Dios no sabe qué hacer cuando Dios le rompe los esquemas. Sin embargo, María, siendo mujer, tal vez poco educada, soltera y sin posición importante en el pueblo de Galilea, recibió y aceptó la gracia de Dios que le era otorgada. Aunque eso le costaría ser el tema de conversación del pueblo.

Los resultados de la visitación y de la respuesta de ambos al anuncio del ángel: Zacarías quedó mudo por 9 meses. Como sacerdote no podría dar la bendición al pueblo cuando ofrecía el sacrificio en el templo (tal vez quedó cesanteado hasta que volviera a hablar). Mientras que María, aun habiendo respondido con humildad a lo que Dios le proponía, recibió la duda de José y su posible desprecio (que no ocurrió gracias a que el ángel habló con José); recibiría la critica del pueblo y sería señalada.

Juan tenía que nacer en aquél momento porque tendría un llamado a ser esa "voz que clama en el desierto", ese que anunciaría la llegada del Mesías al mundo.

Tienes un sueño que deseas ver realizado en tu vida? Has orado por años para verlo hecho realidad y nada sucede? Ahora que tus circunstancias han cambiado, más te convences de que ya no vale la pena ni orar por ello, porque ya es muy tarde? Te resignas a la verguenza y la tristeza ante la posibilidad de que ese sueño nunca se materialice?  Dice el ángel Gabriel en Lucas 1:37: Elisabet tendrá un hijo en su vejez y tu, María, quedarás encinta del Salvador aunque eres virgen... "porque para Dios no hay nada imposible".  Sea que creas lo que se te ha dicho o que lo pongas en duda, nada impedirá que la Palabra de Dios se cumpla en tu vida.

La respuesta de Zacarías y de María luego de ver su milagro hecho realidad fue la misma: ambos alabaron a Dios y lo bendijeron. De sus labios salió canto de alabanza a Dios porque es fiel y cumple sus promesas al pie de la letra... y el tiempo no es nada para él.

Dios te dió una promesa, confía en que aunque parece que tarda, llegará en el momento justo. Ni un día antes ni un día después. Y no habrá Herodes que pueda detener que tu sueño se haga realidad. Si Dios lo dijo, ¡él lo hará!http://www.lideresdeimpactoinc.webs.com

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Donde hay confianza da asco

Un amigo mio, español, dice que en España hay un refrán que dice: "Donde hay confianza da asco".  Esto lo usan para referirse a las veces que nos hablamos "estrujao" porque nos conocemos y no debemos tomarlo como ofensa; o cuando prometemos algo y decimos "se me olvidó" cuando no cumplimos; cuando decimos que vamos a devolver una llamada y nunca se realiza; cuando me pides que respete tus pertenencias, pero dispones de las mías como mejor te parece; cuando tratamos a la visita mejor de lo que tratamos a nuestra familia o cuando quedamos en reunirnos en algún lugar y llegamos tarde porque sé que me vas a esperar.

Si hay algo que nuestros padres se encargaron de reforzarnos durante nuestra niñez fue el valor de la palabra. En tiempos antiguos, la palabra empeñada era suficiente para cerrar un trato o cumplir una promesa. Ahora tenemos contratos con letras pequeñas y cláusulas de escape por si no podemos cumplir o no nos conviene.

El valor del cumplimiento de una palabra dada manifiesta en nosotros nuestra integridad, carácter y respeto hacia los demás. Puede ser la diferencia entre que tengas más referidos de clientes porque tu servicio fue de excelencia; los amigos no duden de que pueden contar contigo o que los miembros de la familia se sientan amados. 

Se cuenta de dos amigos que se enlistaron en el ejército. Un día fueron llamados a la guerra. El enemigo se acercó a sus trincheras y lanzaron una granada desde lejos. Uno de ellos se pudo salvar, pero el otro quedó malherido.  Cuando uno de los soldados llegó al campamento y se dio cuenta de que su amigo no estaba, pidió permiso al sargento para irlo a buscar. el sargento le respondió: "No vale la pena; ya debe estar muerto". Aun así el soldado insistió y salió a buscar a su amigo.  Tiempo después volvió al campamento, solo y cansado.  El sargento le dijo: "Te dije que no valía la pena".  El soldado respondió: "Oh sí que valió la pena. Cuando llegué, mi amigo estaba moribundo; abrió sus ojos y me dijo: 'sabía que vendrías', y múrió".

Donde hay confianza da asco. Es un refrán que deberíamos evitar incorporar en nuestra manera de relacionarnos, con conocidos o con extraños. La Regla de Oro dice: Trata a los demás como quieres ser tratado.  Esto significa, entre otras cosas, que si quieres ser respetado, respeta. Si quieres que te respondan con prontitud, en una cita o en una promesa, actúa con diligencia primero. Si quieres que confíen en tí, aprende a manejar lo que escuchas con sabiduría e inteligencia y cumple lo que prometes aunque te cueste.http://www.lideresdeimpactoinc.webs.com

viernes, 2 de diciembre de 2011

Deja el pasado atrás

Entre los teóricos de psicología hay quienes creen que el pasado no influencia en el presente o que, por ser pasado, no hay nada que podamos hacer para cambiarlo. "Debemos mirar hacia delante, trabajar con el presente que es de lo único que tenemos control", dicen. Sin embargo, hay otros que piensan que no podemos ignorar nuestro pasado porque lo que hemos vivido influencia, para bien o para mal, nuestra manera de vivir en el presente. ¿Quién tiene la razón?  Yo creo que los dos. Es cierto que no podemos cambiar lo que ya hemos vivido, pero sí podemos cambiar cómo nos sentimos con lo que vivimos.  En la medida en que trabajamos con nuestras emociones del pasado, que siguen activas y haciéndonos reaccionar, en esa medida es que podremos trabajar con nuestro presente para forjar un futuro mejor. Con esto quiero indicar que nuestro futuro no está totalmente determinado ni por la fatalidad ni por lo vivido en el pasado; siempre y cuando trabajemos con nuestras emociones. Dios dice en Isaías 43:19 "¡Voy a hacer algo nuevo! ya está sucediendo ¿no se dan cuenta?"

Sabes, no es cierto que el tiempo cure las heridas emocionales. Al contrario, cada conflicto relacional que no se resuelve, vuelve a nosotros con otra cara y en otra fecha. Lo que en un momento pudo ser una bolita de nieve se puede convertir en una avalancha si no lo tratamos a tiempo. Las historias se repiten... porque no hay nada nuevo bajo el sol. Para poder sanar una herida emocional; para poder resolver un conflicto relacional, no queda otra alternativa que enfrentar las emociones asociadas a esa relación lastimada y tomar decisiones saludables al respecto.

Del mismo modo, cuando entramos a vivir la vida Cristiana, Dios nos pasa por un proceso de limpieza para quitar la costra de la vida mundana y llena de pecado de manera que comencemos a manifestar nuestra nueva vida en Cristo.  Efesios 4:22 dice "Con respecto a la vida que antes llevaban se les enseñó que debían quitarse el ropaje de la vieja naturaleza, la cual está corrompida por los deseos engañosos"  y el verso 29b añade: "que sus palabras contribuyan a la necesaria edificación y sean de bendición para quienes escuchan". Esto es un proceso y necesitamos la ayuda del Espíritu Santo y de personas maduras que nos dirijan en el nuevo caminar.

Isaías 43:18 dice: "olviden las cosas de antaño; ya no vivan en el pasado".  Vivir en el pasado es como conducir un auto en reversa por la autopista.  Recordar conversaciones o situaciones pasadas que revuelcan nuestra vieja manera de vivir se parece a cuando el pueblo de Israel estuvo en el desierto, experimentaron hambre y sed y empezaron a mirar hacia Egipto, su periodo de esclavitud, como una mejor opción.

Cada vez que te veas tentado a mirar atrás, ya sea en tus conversaciones o añorando lo que tuviste y ahora no tienes, detente, pide perdón a Dios y ponte en sus manos nuevamente para recibir sus misericordias que son nuevas cada mañana.

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sábado, 26 de noviembre de 2011

Dios es suficiente

Una de las verdades que podemos encontrar acerca de la vida es que vamos a encontrarnos problemas en el camino. No existe tal cosa como tener todo bajo control.  Aunque no busquemos los problemas, ellos se encargarán de encontrarnos. Y no pedirán ser invitados; simplemente invadirán nuestra vida y se apoderarán de nuestras emociones, de nuestro sueño y de nuestra paz, si los dejamos.

Los que hemos vivido un poco más de 20 años en esta tierra sabemos que viviremos momentos de abundancia y bendición mientras que en otras ocasiones viviremos tiempos de escasez y necesidad. Y la escasez de hoy será más importante que la de ayer.  A los 12 años "necesitábamos" unos patines; a los 14 "necesitábamos" ropa nueva; a los 20, un carro deportivo y nuevo; a los 30 mi propio apartamento; a los 40, salir de las deudas y a los 50 "necesitamos" asegurar nuestra futura vejez. 

Ya sea que la vida nos haya "robado" el trabajo, la casa, el carro, los ahorros, la salud, el matrimonio o los hijos, debemos hacer frente a un principio de vida que no podemos perder de vista si queremos mantener nuestra salud mental... Dios es suficiente. Dios no cambia. Dios es real.  Si nos empeñamos en vivir la vida y resolver nuestros problemas o necesidades como si todo dependiera de nosotros, amigo mío, no nos darán las uñas para comérnoslas y no quedará pelo en nuestra cabeza!

Cuando tocas todas las puertas de la oportunidad y ninguna de ellas se abre; cuando las pocas puertas que quedaban abiertas se cierran, podemos vivir en ansiedad y desesperación.  El Señor Jesús dijo que los pobres siempre estarían entre nosotros, pero jamás pensamos que fuéramos nosotros! y también dijo que en el mundo tendremos aflicción, pero jamás pensamos que fuera por tanto tiempo!
   
Si no aceptamos que Dios es real y que sabe lo que hace y que por lo tanto está en control... Si no lo hacemos parte de nuestra vida y lo tenemos de nuestro lado y le preguntamos qué quiere que hagamos, te puedo asegurar que la vida se volverá una tortura emocional. Pelearemos hasta con nuestra sombra y nuestro corazón se volverá amargo. No significa que nos resignemos a vivir en necesidad; significa aceptar la situación en la que nos encontramos, y que no podemos cambiar, esperando y confiando en que, si Dios quiere, todo esto pasará. Cuando las puertas se cierran, es tiempo de disminuir el paso y a veces parar. Pero cuando veas a la oportunidad acercarse, corre tras ella y no la dejes pasar!!
    
Dios es suficiente. Dios es tu sombra a tu mano derecha. Dios está en control y no temeremos lo que pueda hacer el hombre (o el banco). Y sabes qué... todavía podría ser peor. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contento con eso.  I Timoteo 6:8

sábado, 19 de noviembre de 2011

Reflexiones de la vida

Hay algo interesante que sucede cuando llegamos a los 50 años. De momento pensamos que tenemos "algo que decir" o algo que aportar a la sociedad y a aquellos con los que nos relacionamos. Nuestra mente comienza a mirar hacia atrás, como quien mira por un espejo retrovisor, y vemos el camino que hemos andado y las huellas que han formado nuestro carácter y nuestra personalidad.

Mientras que antes nos callamos las cosas "malas" que nos ocurrieron o los errores que cometimos en el camino hacia la adultez, ahora nos vemos en la necesidad imperante de compartir esos errores con los más jóvenes para de alguna manera impartir algún tipo de enseñanza o sabiduría a sus vidas. No necesariamente es decirles "no hagan lo que yo hice" sino mas bien "aprende de la experiencia" y hazte más sabio.  Hay experiencias que no se aprenden por cabeza ajena y hay otras que no buscamos y que se nos aparecen en la vida. Como los obstáculos que necesitamos sobrepasar cuando jugamos un juego electrónico.  Cada vez que sobrepasamos obstáculos, nos ganamos una estrella o pasamos al próximo nivel de dificultad.  Y ahora que lo pienso... aun en los juegos electrónicos pasamos de lo más sencillo a lo más complejo, y cuál es el resultado?  Nuestras habilidades visomotoras se van desarrollando así como nuestra capacidad para tomar decisiones.

Es interesante que busquemos experiencias retantes en los juegos electrónicos, en los crucigramas, en los rompecabezas, pero evitemos a toda costa los retos que nos trae la vida.  Sin embargo, eso es algo que no podremos evitar, aun cuando tengamos la capacidad de controlar nuestras variables. 

Reflexiones de la vida trata exactamente de eso.  Mirar las experiencias del diario vivir, desde lo más simple hasta lo más complejo, y reflexionar sobre las enseñanzas que podemos absorber de ellas para hacernos más sabios y entendidos. Pero sobre todas las cosas, reconocer que en cada una de ellas conocemos algo más acerca de nosotros mismos y de Dios, que camina con nosotros en cada una de ellas.

Proverbios 2:2-5 dice: "...si tu oído inclinas hacia la sabiduría y de corazón te entregas a la inteligencia; si llamas a la inteligencia y pides discernimiento; si la buscas como a plata, como a un tesoro escondido, entonces comprenderás el temor del Señor y hallarás el conocimiento de Dios"